Origen del estrés
Según
Acosta (2008) desde la prehistoria, el estrés ya se presentaba en el hombre al
tener que luchar contra el peligro, o para huir al tratar de conseguir el
alimento y al final, le permitía sobrevivir.
Tanto el hombre como la mujer
experimentaban un sentimiento común que denotaba agotamiento, que resultaba de
la exposición prolongada al frio, al calor, a la pérdida de sangre o a
cualquier tipo de enfermedad, y posiblemente descubrieron que la respuesta a un
esfuerzo extenuante y prolongado se presentaba por etapas: primero
experimentaban una situación difícil, luego se acostumbraba a ella, y por
último, no podían tolerarla (Bravo y cols., 1988).
Desde el principio del mundo el hombre
han tenido que experimentar cambios a los cuales es difícil adaptarse fácilmente
y a situaciones que superan la capacidad de que el individuo pueda sobrellevar
acontecimientos estresantes, por esta razón, desde siempre se ha sufrido del
estrés, solo que no pudieron explicar con claridad sus experiencias en términos
científicos, pero de la misma manera han aprendido a resistir y a desarrollar
habilidades para enfrentar situaciones de desafío, del mismo modo han
experimentado los efectos perjudiciales del estrés excesivo y prolongado. Jean
Taché, Yvette Taché y Hans Selye (citado en Kagan, 1976)